Al pasearnos por los campos o hacer recorrido por las carreteras que atraviesan espacios rodeados por extensiones de tierras llenas de vegetación, escuchamos una cantidad de sonidos, algunos producidos por el roce del viento con la vegetación, otros generados por la cantidad de animales que habitan en esos lugares, pero nuestro oído queda encantado con el trinar de miles de aves que con esos sonidos deleitan a cualquiera.

Entre la diversidad de aves que se pueden encontrar existen algunos que sus cantos son tan apreciados, creando una necesidad de escucharlos una y mil veces más, los acordes de los sonidos que emiten producen efectos en nuestro sistema auditivo que nos vuelve aditivos a ellos. Uno de ellos es el jilguero sus acordes y variación de ritmos, crean momentos de verdadera comunicación con la esencia de la naturaleza y sentimos la necesidad de escucharlos todos los días, eso ha originado la crianza de esta especie en cautiverio, los cuales se han adaptado a la convivencia con el ser humano.

Otra de las aves codiciadas por su canto es el canario, estas aves son de un plumaje amarillo intenso, aunque existen de muchos colores incluyendo blancos o rojizos, son muy agradable a la vista y completan su belleza con su lindo y armonioso cantar. Le sigue el  mirlo conocido como el Beethoven de los pájaros. De esta forma podemos seguir nombrando miles de aves que deleitan con su cantar, claro está que el jilguero ha tomado la delantera por tener los mejores acordes y su característica de adaptarse a los ambientes urbanos y poder convivir con los humanos sin muchos traumas. El sonido de las aves es uno de los  principales atractivos de los campos y una verdadera comunicación con la naturaleza, creando de esa forma la armonía y la belleza del mundo.